19/03/2016 05:04 / Centro, Tabasco
La escena era un caos total: A gritos, bomberos y paramédicos intentaban coordinarse para atender a los sobrevivientes, mientras que una mujer suplicaba frente al rostro de una niña de ocho meses de nacida que yacía a un costado de su madre muerta.
-Bebé, no te duermas, hey bebita, reacciona- le decían para tratar de reanimarla.
Ayer un accidente carretero ocurrido en el kilómetro 22 de la carretera Villahermosa-Frontera dejó como saldo a 6 personas muertas y 4 más heridas.
En punto de las ocho de la mañana, autoridades daban el banderazo de salida del operativo de 'Semana Santa Segura'. Cinco horas después, las sirenas de ambulancias se abrían paso entre el caos vehicular de la ciudad de Villahermosa y acudían al accidente cuyo saldo colocó en número rojos el inicio del período vacacional.
El reloj marcaba la una de la tarde, cuando 10 personas regresaban a la Villa Tamulté de las Sabanas a bordo de una camioneta del servicio público, entre ellas, Araceli Morales, quien en sus brazos llevaba a su hija de ocho meses de nacida, y el chofer de la Urvan, quien presuntamente es uno de los sobrevivientes del fatal percance.
Sobre la misma vía transitaba a toda velocidad un tráiler con dirección a la ciudad de Villahermosa.
La desesperación del conductor lo orilló a tratar de rebasar por el costado izquierdo, donde se encontró de frente con la unidad del transporte público, embistiéndola violentamente.
Escena funesta En segundos, una estela de sangre y muerte fue tendida sobre el kilómetro 22 de la carretera Villahermosa- Frontera, en el sector El Novillo, mencionaron algunos curiosos. Las autoridades estatales colocaban los primeros números rojos del período vacacional.
La escena sobre el asfalto era visiblemente cruda, las llamas envolvían al rabón responsable del accidente, que fue reducido a cenizas por el fuego. A escasos metros, la Urvan de la ruta Tamulté de las Sabanas, literalmente destrozada a mitad de la carretera, con los cuerpos maltrechos de tres mujeres y un hombre, éste último policía de la Secretaría de Seguridad Pública.
Serían las cuatro de la tarde. Desechos de vidrios, metal y pertenencias bañadas con la sangre de las víctimas eran recogidas por los bomberos, quienes daban cuenta de la desgracia ocurrida ayer por la tarde.
Una tragedia que tiñe de rojo el inicio de las vacaciones de Semana Santa.
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